martes, septiembre 09, 2008

3 en 1

Cacharreando por la web se encuentran cosas de lo más curiosas. Casualmente coincide que mis días fructíferos en internet son los de baja productividad laboral, pero mi jefe aún no se ha dado cuenta y seguro que es más feliz así. El caso es que a veces no hace falta dispersarse mucho: hay ciertas páginas que ya han hecho la ronda por ti y te traen sólo lo más fresco y exquisito. Una maravilla para dispersarse con la crème de la crème.

Hoy ha sido uno de esos días. Y curiosamente nadie me puede acusar de no trabajar, porque estoy compilando. Gracias xkcd. Como decía, he hecho pleno en cuanto a datos relevantes y además se da la casualidad de que ya me interesaban de antes. Y no, lo normal es que no sea así. Al menos en mi caso. Una de esas fuentes de saber recopilado es un clásico: el blog de pjorge (sí, ahí, en la columna de la derecha). Visitar su página suele implicar que las próximas horas voy a estar dando vueltas por varios enlaces, y de ahí pasaré a otros, y así sucesivamente hasta que mi sentido de culpabilidad se ponga a aporrearme la cavidad craneal desde el interior. Ains.

El primer lugar que me llamó la atención fue uno que hablaba sobre el 'debate' creacionismo/evolución. Bueno, en realidad dice que eso que plantean con aterradora vehemencia los estadounidenses con poder sobre la educación es un espejismo que esconde lo que hasta el más tonto se olía: que los fundamentalistas se cuelan por cualquier rendija y nunca tienen bastante, y que darles una mano conllevará a que nos la arranquen de cuajo y la devoren entre grandes aspavientos. Vale, en el artículo ("El creacionismo y la teoría de la conspiración") lo explican mucho mejor y más bonito, pero es esencialmente lo que yo he dicho. Y para los que tengan dudas sobre estos temas, el blog del Paleofreak es de obligatoria visita. Sólo ignorad los post sobre dinosaurios de goma. No preguntéis.

No me puedo resistir a dejaros una perla del tipo éste de La revolución naturalista, abrid bien los ojos y grabáos esto en lo más profundo de vuestras circunvoluciones cerebrales:
La educación, por definición, es una responsabilidad de los padres y las autoridades educativas, y son las instituciones -no los mismos estudiantes- quienes deben responsabilizarse por enseñar debates y ciencias auténticas, no pseudociencias y controversias fabricadas.

¿Estamos? Pues eso.

Mi segunda parada (y fonda) ha sido un poco de carambola. Con la inminente puesta en marcha del LHC, mis oxidados e incompletos conocimentos de la física de lo muy pequeño reclamaban ser adecentados. Y he aquí que vi alguien comentando en un post sobre el bosón de Higgs y piqué. Por supuesto, el comentario era de una oligofrénica profunda, perteneciente a esa especie de trolls que pueblan la red a su antojo. Sin embargo, la página donde explicaban esta partícula, el por qué de la ansiedad por encontrarla y muchas cosas más, era soberbia. Apuntad el Tamiz para futuras referencias. Si mis profesores en la carrera se molestaran en darnos introducciones de este tipo... Me ha gustado especialmente el párrafo final, porque ilustra una realidad del mundo científico que el público general ignora:
Así que puede que la noticia de la detección de esta partícula tan fascinante no sea inmediata, sino que es posible que se anuncien observaciones compatibles con ella, que los científicos vayan calculando probabilidades y combinaciones y, poco a poco, la comunidad científica se vaya convenciendo de que se ha “visto” un bosón de Higgs. También es enteramente posible que no se vea absolutamente nada, que los patrones de partículas producidas en el LHC sean completamente incompatibles con la teoría de Higgs y que haya que buscar otras alternativas (hay físicos que no creen que el campo de Higgs exista). Muy probablemente lo sepamos, en uno u otro sentido, en unos cuantos años.

Sí, niños y niñas, los científicos no sólo no sabemos nada, sino que además disfrutamos con el fracaso porque implica que podemos volver a empezar. ¿Qué mejor juego que el que nunca tiene fin?

Y como no hay dos sin tres, ahí va mi último descubrimiento. Lo he dejado para el final por varios motivos: no es tan sesudo como los otros, probablemente mucha gente ya lo sepa y no despierte interés y, seamos realistas, con lo largo que es éste post, la probabilidad de que alguien se lo lea hasta el final (sin pausa para el baño/café/cigarro) es entre cero y ninguna. Pues nada, que los de Google han sacado un navegador nuevo, que se llama Google Chrome. Muy bien, friki, estaréis pensando, tanta preparación para esto. Pues sí, pero no sabéis el detalle realmente friki del asunto. Se da a conocer el producto ¡¡¡a través de un comic!!! Es una idea genial, no sólo en sí misma, sino porque según acabas de leer (las 38 páginas) te entran unas ganas irrefrenables de probarlo. Y con toda la polémica que han creado, la publicidad está garantizada. Si es que esta gente nos tiene en el bote. ¿Qué decís de dominar el mundo? Je, se os han adelantado.